Fue como en un abrir y cerrar de ojos, vernos a los dos mirando las formas de las nubes y de repente miro por la ventana del colectivo y te esfumaste.
Me asustás, vos y todas tus repentinas "confesiones". Me siento una niña indefensa en el medio de la selva.
Te quiero y sé que me querés, pero... A veces no es suficiente.
Es verdad, a veces, no es suficiente...
ResponderEliminarY él nunca lo entendió...
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